viernes, 19 de noviembre de 2010

"CONFUNDIR Y PONER A PRUEBA LA MENTE PROPIA"

EL ALUMNO QUE NO SENTIA NADA


Apu Sonqo era un maestro curandero andino de un gran linaje espiritual, sus discípulos coincidían en señalar que era un maestro que prefería una vida apartada, simple y de anonimato, el cuál aceptaba solo el discipulado de quién era recomendado previamente. En una oportunidad Apu Sonqo había acordado recibir a un nuevo alumno enviado por uno de sus más geniales discípulos y amigo a la vez. Para darle la acogida tendría que bajar muy temprano del Apu donde moraba al pueblo, casi al alba puesto que el transporte interprovincial pasaría por la Plazuela y se detendría sólo por espacio de unos minutos. El nuevo discípulo llamado Santiago era un tipo mestizo de la costa. Santiago al descender del bus reconoce a su futuro maestro porque le habían referido que era inconfundible al usar un chullo blanco con una punta roja. Al acercarse lo saluda y le dice –maestro Apu Sonqo, menos mal que te encuentro. Apu Sonqo le responde –si yo también te estaba esperando. Apu Sonqo le indica que debían partir de inmediato, más luego de recoger algunas provisiones, el camino era pie y para llegar hacía su casa tomaría regularmente una hora a paso moderado. En el trayecto Apu Sonqo le pregunta a Santiago –¿cómo estas?. Este le responde –tengo un dolor de cabeza terrible, debe ser por el “soroche” (mal de las alturas). Apu Sonqo agrega –lo primero que vamos a hacer al llegar a casa es quitarte el soroche y averiguar que es lo que dicen los apukunas de ti.

Al llegar a casa el curandero realiza su ritual acostumbrado de bienvenida al nuevo miembro, era típico en las tradiciones andinas pedir permiso a los espíritus guardianes por la presencia de un nuevo hospite. El ritual consistía en una ceremonia sencilla utilizando hojas de coca formando k’intus, realizando la lectura de las hojas, fumando tabaco a los cuatro vientos y recitando plegarias a la pachamama. Al parecer la ceremonia de bienvenida había tenido el éxito deseado. Apu Sonqo le dice a Santiago –los apukunas están contentos con tu presencia y aceptan que te quedes. Luego le pregunta –con este ritual ¿has sentido algo dentro de tu cuerpo?, quiero que me respondas desde la sinceridad de tu corazón. Santiago responde –sinceramente lo que ha hecho es bonito, pero dentro de mi cuerpo no he sentido nada. Luego el maestro le dice que realizaría más plegarias y gestos para con la pachamama. Al cabo de los cuales vuelve a preguntar a Santiago –¿y ahora has sentido algo?. Este responde ya con cierto excepticismo, pero con sinceridad que dentro de su cuerpo no había pasado nada. En su pensamiento Santiago comenzaba a preguntarse sobre que tipo de respuesta debía dar o que tal vez era la primera prueba a afrontar, pero fue interrumpido por Tata Apu Sonqo al preguntarle con insistencia una vez más –¿dentro de tu cuerpo sientes ese dolor de cabeza, te sientes aún mal?. Santiago sorprendido consígo mismo, puesto que ya no sentía más el malestar del “soroche” responde –verdaderamente siento que el malestar se ha ido…
Autor: Arnaldo Quispe.


La anterior historia me llamo la atención pues es una evidente y verdadera muestra de lo que podemos hacer nosotros mismos con el poder de nuestros pensamientos, sensaciones y mente.

Aquí vemos como es que de un momento a otro el mal de las alturas había dejado de sentirse… Lo que significa para nuestro entender, que a veces el malestar físico puede ser curado por la mente, sin embargo no es tan fácil como se creería, este enfoque se torna complejo en la medida en la que es necesario desarrollar una sabiduría espiritual.

En la mente las cosas se relacionan entre sí y la fuerza del corazón puede conducirla hacia logros importantes que se traducen en una intensa sensación de bienestar interior.

"CONFUNDIR Y PONER A PRUEBA LA MENTE PROPIA"
Por Flor Carolina Herrera


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