Cuando uno no conoce algo no debe hacer prejuicios, pues existe el riesgo de no permitir que te enamores profundamente de ese algo por los prejuicios realizados, el humanismo es ese demonio disfrazado de ángel que se muestra noble, pasivo y tan tolerante que no permite de primera vista ser el mas llamativo, pues la mayoría le huye a esa imagen tan espiritual, preferido esa imagen rígida que a ratos hace sufrir, pero cuando entras en el mundo humanista sientes ese calor infernal, te quitas la venda, abres los ojos de frente lo que ves es ese demonio danzando y abrigándote con sus alas de fuego mostrándote la realidad del HUMANISMO.
El humanismo es esa corriente que no a la mayoría le gusta de pronto por que se muestra muy espiritual, como su palabra lo dice; muy humano, pues su base es que la persona viva en paz consigo mismo y muchas veces esto se interpreta mas como religión, realmente la religión es un tema muy disputado desde varias perspectivas o por lo menos en los jóvenes es un tema no con mucha importancias, esto hace que los jóvenes que empezamos a recorrer el mundo psicológico no veamos el humanismo llamativo, pero cuando te sumerges, te dejas sorprender por este enfoque. te das cuenta que es algo más que espiritual, es lograr una homeostasis mental, corporal, física.
El humanismo considera que cada ser existente es un mundo totalmente diferente a otro así compartan gustos, ideales, metas, entre otros. las necesidades satisfechas van generando una visión más alta de autorrealización, por ende al satisfacer una necesidad generas otra necesidad de un nivel más elevado, este demonio como yo nombro el humanismo, no es con ánimo de ofender o de herir susceptibilidades, le doy este nombre porque te enfrenta a la realidad de una forma fría y rígida, haciendo que te cuestiones a ti mismo hasta que el sujeto se de cuenta de lo que desea y quiere en realidad, para los humanistas el cuerpo transmite mensajes de nuestros pensamientos, sentimientos, intenciones entre otros, el cuerpo y la mente son uno solo.
Par mi ser humanista es quitarse los odios, envidias, rencores, ansiedades, tristezas es eliminar de adentro todo eso que de una u otra forma agobia nuestro ser, es ver al otro no como un objeto para alcanzar ciertas satisfacciones, pues esto lo que permite es estancarnos, no dejándonos ver al otro como un ser total.
Tenemos que buscar el equilibrio entre mente y cuerpo para ser una persona sana espiritualmente, físicamente y cognitivamente.
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